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✝️ viernes 29 marzo 2024
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¡Proteste Ahora!: Cero a la deportividad

En primer lugar, quiero agradecerle la posibilidad que me brinda para que, a través de las páginas de este diario que Vd. dirige, pueda manifestar mi indignación por unos hechos consumados por el Club Baloncesto Estudiantes de Cartagena, en la categoría de cadetes (chavales de 15 y 16 años), con la connivencia de la Federación de Baloncesto de la Región de Murcia.

Mi intención, como padre de uno de los componentes del equipo de la categoría citada de la Red Deportiva Yeclana, es denunciar y poner de manifiesto ante la opinión pública los hechos ocurridos con las dos instituciones que he mencionado y, por los que, a mi entender, ha resultado injustamente perjudicado el equipo de Yecla.

Una vez finalizada la liga regular compuesta por 12 equipos, los 8 primeros clasificados deben disputar los play-off por el título del campeonato. La emoción en las últimas jornadas se concentraba en saber qué equipo iba a ocupar la octava plaza, ya que las demás estaban prácticamente claras desde mucho antes de terminar la liga. Para esta última plaza estaban involucrados tres equipos (los dos citados, más el UCAM-B de Murcia). Una vez terminado el campeonato, el club yeclano acaba con 7 victorias, y los otros dos terminan con 6 victorias cada uno. Hasta aquí todo normal, quien más victorias tenía, ganadas en las canchas de baloncesto, ocupaba el puesto que le daba acceso a jugar los play-off.

Pero la sorpresa fue mayúscula cuando unos días después, todos vimos como al equipo de Yecla se le resta un punto en la clasificación general, pasando del octavo al décimo lugar y ocupando ese privilegiado octavo puesto el equipo cartagenero, ya que, al parecer, había prosperado una reclamación que este club había puesto ante la FBRM. Lo que no había conseguido deportivamente jugando al baloncesto en la cancha, lo consiguió incomprensiblemente en los despachos de la Federación.


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Todo comenzó a raíz de la jornada núm. 19 de 13-03-2016, cuando como consecuencia de que cuatro de los jugadores de RDY iban a estar ausentes por viaje de estudios, se les solicita con un mes de antelación al equipo de Cartagena modificar la fecha para que se pudiera disputar el partido. Este equipo contesta una semana antes del partido cuando tiene conocimiento de que los de Yecla habían ganado al UCAM-B, y dicen que no es posible acceder a lo solicitado con argumentos triviales y superficiales. Ante esta situación, el equipo decide jugar pero con tan mala fortuna que, a la ausencia de esos cuatro jugadores, se une las lesiones y enfermedades de otros tantos, acreditadas con los correspondientes justificantes médicos. El día del partido, el equipo de Yecla se desplaza a Cartagena con cinco efectivos, de los cuales solo podían jugar tres. Evidentemente, los árbitros deciden que en esas condiciones es imposible jugar, y no se juega, reflejando en el acta lo sucedido. La Federación, incomprensiblemente, en vez de buscar una solución para que el partido se juegue, que era lo que querían, estoy seguro, los dos equipos (a excepción de los directivos y cuerpo técnico de los de Cartagena), decide dar por perdido el partido –sin jugarlo- a los de Yecla por el resultado de 2 -0.

Un mes después, cuando termina la liga, y a la vista de la clasificación, el equipo cartagenero (otra vez de manera absolutamente incomprensible y extemporánea), vuelve a la carga y, no contento con haber ganado un partido sin haberlo jugado, consigue que se nos reste un punto con las consecuencias anteriormente citadas.

Por todo lo dicho, me va a permitir que, de forma absolutamente respetuosa, califique con un CERO en deportividad al Estudiantes de Cartagena (directiva y cuerpo técnico), ya que, aunque estoy seguro que han encontrado un recodo legal en algún reglamento, en todo momento han pasado por alto al art. 108.6 de los Estatutos de la Federación, línea maestra a través de la cual se deberían conducir todos los equipos, que dice: “Promover entre sus miembros y la sociedad en general el juego limpio, la deportividad y el respeto hacia todos los jugadores…”. Aquí, desde luego, la deportividad brilla por su ausencia.

También otro CERO a la Federación en equidad e imparcialidad, ya que, en ningún momento, han tenido voluntad de resolver el problema (simplemente buscando una fecha para jugar el partido); y a una primera injusticia, han añadido otra todavía mayor. Demasiado castigo para el equipo que más partidos ha ganado en la cancha, siete; y demasiado premio para el que en menos ocasiones lo ha hecho, cinco. Los chavales de uno y otro equipo no se merecen esto.

Francisco Ortín Juan

En primer lugar, quiero agradecerle la posibilidad que me brinda para que, a través de las páginas de este diario que Vd. dirige, pueda manifestar mi indignación por unos hechos consumados por el Club Baloncesto Estudiantes de Cartagena, en la categoría de cadetes (chavales de 15 y 16 años), con la connivencia de la Federación de Baloncesto de la Región de Murcia.

Mi intención, como padre de uno de los componentes del equipo de la categoría citada de la Red Deportiva Yeclana, es denunciar y poner de manifiesto ante la opinión pública los hechos ocurridos con las dos instituciones que he mencionado y, por los que, a mi entender, ha resultado injustamente perjudicado el equipo de Yecla.

Una vez finalizada la liga regular compuesta por 12 equipos, los 8 primeros clasificados deben disputar los play-off por el título del campeonato. La emoción en las últimas jornadas se concentraba en saber qué equipo iba a ocupar la octava plaza, ya que las demás estaban prácticamente claras desde mucho antes de terminar la liga. Para esta última plaza estaban involucrados tres equipos (los dos citados, más el UCAM-B de Murcia). Una vez terminado el campeonato, el club yeclano acaba con 7 victorias, y los otros dos terminan con 6 victorias cada uno. Hasta aquí todo normal, quien más victorias tenía, ganadas en las canchas de baloncesto, ocupaba el puesto que le daba acceso a jugar los play-off.

Pero la sorpresa fue mayúscula cuando unos días después, todos vimos como al equipo de Yecla se le resta un punto en la clasificación general, pasando del octavo al décimo lugar y ocupando ese privilegiado octavo puesto el equipo cartagenero, ya que, al parecer, había prosperado una reclamación que este club había puesto ante la FBRM. Lo que no había conseguido deportivamente jugando al baloncesto en la cancha, lo consiguió incomprensiblemente en los despachos de la Federación.


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Todo comenzó a raíz de la jornada núm. 19 de 13-03-2016, cuando como consecuencia de que cuatro de los jugadores de RDY iban a estar ausentes por viaje de estudios, se les solicita con un mes de antelación al equipo de Cartagena modificar la fecha para que se pudiera disputar el partido. Este equipo contesta una semana antes del partido cuando tiene conocimiento de que los de Yecla habían ganado al UCAM-B, y dicen que no es posible acceder a lo solicitado con argumentos triviales y superficiales. Ante esta situación, el equipo decide jugar pero con tan mala fortuna que, a la ausencia de esos cuatro jugadores, se une las lesiones y enfermedades de otros tantos, acreditadas con los correspondientes justificantes médicos. El día del partido, el equipo de Yecla se desplaza a Cartagena con cinco efectivos, de los cuales solo podían jugar tres. Evidentemente, los árbitros deciden que en esas condiciones es imposible jugar, y no se juega, reflejando en el acta lo sucedido. La Federación, incomprensiblemente, en vez de buscar una solución para que el partido se juegue, que era lo que querían, estoy seguro, los dos equipos (a excepción de los directivos y cuerpo técnico de los de Cartagena), decide dar por perdido el partido –sin jugarlo- a los de Yecla por el resultado de 2 -0.

Un mes después, cuando termina la liga, y a la vista de la clasificación, el equipo cartagenero (otra vez de manera absolutamente incomprensible y extemporánea), vuelve a la carga y, no contento con haber ganado un partido sin haberlo jugado, consigue que se nos reste un punto con las consecuencias anteriormente citadas.

Por todo lo dicho, me va a permitir que, de forma absolutamente respetuosa, califique con un CERO en deportividad al Estudiantes de Cartagena (directiva y cuerpo técnico), ya que, aunque estoy seguro que han encontrado un recodo legal en algún reglamento, en todo momento han pasado por alto al art. 108.6 de los Estatutos de la Federación, línea maestra a través de la cual se deberían conducir todos los equipos, que dice: “Promover entre sus miembros y la sociedad en general el juego limpio, la deportividad y el respeto hacia todos los jugadores…”. Aquí, desde luego, la deportividad brilla por su ausencia.

También otro CERO a la Federación en equidad e imparcialidad, ya que, en ningún momento, han tenido voluntad de resolver el problema (simplemente buscando una fecha para jugar el partido); y a una primera injusticia, han añadido otra todavía mayor. Demasiado castigo para el equipo que más partidos ha ganado en la cancha, siete; y demasiado premio para el que en menos ocasiones lo ha hecho, cinco. Los chavales de uno y otro equipo no se merecen esto.

Francisco Ortín Juan

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4 COMENTARIOS

  1. Además hay un detalle que se ha obviado: la RDY y este equipo cadete fue condescendiente con otro equipo, el UCAM A. Se casaba su entrenadora y nos pidieron cambiar el partido. No hubo problema, a pesar de que el equipo de jugadores y su segundo entrenador estaban disponibles. En nuestro caso no contàbamos con jugadores y se disponìa de los correspondientes justificantes, mèdicos y acaďèmicos. Por querer hacer las cosas bien hemos sido sancionados. Soy madre de uno de los jugadores. Todos estamos indignados y dolidos

  2. Además hay un detalle que se ha obviado: la RDY y este equipo cadete fue condescendiente con otro equipo, el UCAM A. Se casaba su entrenadora y nos pidieron cambiar el partido. No hubo problema, a pesar de que el equipo de jugadores y su segundo entrenador estaban disponibles. En nuestro caso no contàbamos con jugadores y se disponìa de los correspondientes justificantes, mèdicos y acaďèmicos. Por querer hacer las cosas bien hemos sido sancionados. Soy madre de uno de los jugadores. Todos estamos indignados y doñidos

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